
Empanadillas caseras de pollo al horno
Sabrosas, jugosas y súper fáciles de preparar. Así son nuestras empanadillas caseras de pollo. Una receta perfecta para un entrante, como segundo plato o para una cena. Puedes hacerlas tanto fritas como al horno. Nosotros nos decantamos por esta segunda opción para disfrutar de unas empanadillas caseras más saludables.
Para el relleno hemos elegido pechuga de pollo rústico manchego. Una carne con un sabor más intenso y muy jugosa. En el caso de que tengas sobras de pollo asado, aprovéchalas en esta receta porque el resultado es inmejorable.
La masa la hemos comprado hecha, pero si tienes tiempo, puedes hacerla tú mismo. Ya sabes, sólo cuatro ingredientes: harina, huevo, mantequilla y una pizca de sal. Bueno, y mucho mimo. Puedes hacerla cuando tengas tiempo, dejarla reposar una noche en el frigorífico y preparar las empanadillas al día siguiente.
Receta: Empanadillas caseras de pollo
Ingredientes
- 250 g de pechuga de pollo
- 150 g de tomate (si es casero, mejor)
- ½ cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 huevo
- Aceite de oliva virgen extra
- Orégano, pimienta y sal
Elaboración
Pica el ajo y la cebolla. Pon a calentar una sartén a fuego medio con una gota de aceite de oliva virgen extra y rehoga la cebolla y el ajo. Cuando esté a medio hacer, añade el pollo troceado. Remueve de vez en cuando.
En el momento en el que el pollo esté cocinado, incorpora el tomate y las especias. Deja cocinar 15-20 minutos a fuego medio para que se integren todos los sabores. Cuando tenga la textura deseada, retira del fuego y deja que se enfríe.
Saca la masa de las empanadillas de la nevera. En el caso de que la hayas hecho casera, tendrás que estirarla con la ayuda de un rodillo y cortar las obleas con un molde para que queden círculos perfectos.
Precalienta el horno a 185ºC y mientras, ve rellenando las obleas. Séllalas bien con la ayuda de un tenedor para evitar que el relleno se salga.
Pinta las empanadillas con la yema de un huevo, mezclada con un poquito de agua para licuarlo, y espolvorea sésamo o semillas de amapola por encima. Hornea unos 15-20 minutos hasta que estén doradas.
Déjalas reposar y ¡a comer! Están deliciosas tanto frías como calientes, incluso, de un día para otro. Las empanadillas caseras admiten todo tipo de rellenos, elige los ingredientes que más te gusten y disfrútalas.